Los verdaderos emprendedores toman el fracaso como una simple piedra en el camino hacia el éxito. Ellos saben que deben aprender de sus errores y usar la experiencia para seguir adelante con una nueva idea. Pero, ¿por qué no mejor aprender de los errores que cometieron los demás, en lugar de pasar por la pena de cerrar un negocio?
Te compartimos las 10 equivocaciones más comunes que cometen los nuevos empresarios y te decimos cómo evitarlas:
1. No tener un Plan de negocios escrito:
No creas en el mito de que elaborar un plan de negocios tradicional no vale la pena. La simple disciplina de sentarte a escribir un plan es la mejor forma de que realmente entiendas cómo transformar tu idea en negocio.
2. Modelo sin ingresos:
Incluso una empresa sin fines de lucro necesita generar ingresos (aunque sean donaciones) para poder subsanar los costos operativos. Si tu producto es gratuito o pierdes dinero en cada venta te será muy difícil mantenerlo en volumen. Puedes tener la solución al hambre mundial, pero si tus clientes no tienen dinero, tu negocio no durará mucho.
3. Oportunidades de negocio limitadas:
No todas las buenas ideas se pueden convertir en negocios exitosos. Sólo porque crees apasionadamente que tu producto o servicio es increíble y que todo el mundo lo necesita, no significa que todos lo vayan a comprar. No existe un sustituto para la investigación de mercado, mucho menos la encuesta informal a la familia y amigos.
4. No poder llevarlo a cabo:
Cuando un emprendedor llega con una gran idea debe entender que la idea por sí misma no vale nada. Todo se trata de la ejecución. Si no te sientes cómodo tomando decisiones importantes y riesgos, no tienes el perfil que se requiere para ser empresario.
5. Demasiada competencia:
No tener competencia es una bandera roja, ya que podría significar que no hay mercado, pero encontrar más de 10 competidores con sólo una búsqueda en Google podría demostrar que el área que te interesa está saturada. Recuerda que los gigantes dormidos pueden levantarse. No asumas que Microsoft o Procter & Gamble son demasiado grandes o lentos para preocuparte.
6. No tener propiedad intelectual:
Si esperas salir a la búsqueda de inversionistas, o esperas tener una sólida ventaja competitiva sobre los gigantes de la industria necesitas registrar patentes, marcas y derechos de autor. La propiedad intelectual es también por lo general el mayor elemento en la valoración de una empresa hecha por un inversionista.
7. Un equipo inexperimentado:
En la realidad, los inversionistas financian personas, no ideas. Ellos están buscando gente que tenga verdadera experiencia en el dominio y operación del negocio. Si es tu primer acercamiento al mundo de los negocios es recomendable que busques un socio “que ya ha estado ahí” para balancear tu pasión y traer experiencia a tu equipo.
8. Subestimar los recursos necesarios:
Aunque el principal recurso es el dinero para financiar el proyecto, otros como los contactos en la industria y el acceso a los canales de marketing pueden ser aún más importantes que ciertos productos. Además, tener demasiado capital sin saberlo administrar puede llevar a la falta de dinero. No renuncies a tu trabajo de medio tiempo si no consigues ganancias.
9. No tener suficiente marketing:
Conseguir recomendaciones de boca en boca no es suficiente para hacer que tu producto o tu marca sean visibles en el mercado actual, tan bombardeado de mensajes. Incluso el marketing viral toma tiempo y cuesta dinero. Sin una estrategia efectiva e innovadora de mercadotecnia no tendrás clientes, y por tanto, negocio.
10. Darte por vencido muy rápido:
Una de las principales causas del fracaso de las empresas es que el emprendedor simplemente se cansa, tira la toalla y cierra la compañía. A pesar de algunos errores y fallas, muchos emprendedores exitosos como Steve Jobs y Thomas Edison continuaron trabajando en su proyecto hasta que triunfaron.
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