Si las empresas se reinventan para seguir su éxito, por el mismo motivo hay que reinventar el liderazgo. Como en ellas, no cambia su objetivo principal que es obtener resultados, sino se modifica su formato.

Un líder exitoso seguramente tiene buen diálogo con la gente, dirige, planifica, busca acuerdos, se compromete y sirve de ejemplo. Sin embargo cada una de esas características en el mundo VICA actual (volátil, impredecible, caótico y ambiguo) se han oxidado (no son tan efectivas como antes, no fluyen, dan más trabajo, requieren mayores esfuerzos).

El equipo a dirigir ya no está en el mismo lugar ni en el mismo tiempo, las reuniones son virtuales y muchas veces nunca nos encontramos en persona con los otros. Los proyectos tienen nanos períodos de concreción, la agilidad ha ganado su lugar y todo está distribuido. Y no hay tiempo.

En este contexto las habilidades que el Líder tiene que desarrollar son otras.

El liderazgo es otro. Hay que reinventarse.

El formato es de “taller” con ejercicios sobre cada una de las habilidades que hay que desarrollar o perfeccionar para estar alineado con este mundo VICA, con sus actores (Millennials, Centennials, X, y BB) y los resultados esperados en esta calificación de MPV (Mínimo Producto Viable) que el mercado co-diseña con las empresas.