La falta de este “combustible” produce el deterioro de todas las relaciones claves para el logro de nuestros resultados. Sin “combustible” nuestras relaciones con Clientes, con Proveedores, con Colegas, Colaboradores o con nuestros Gerentes se ve afectada.
A este “combustible” lo conocemos como CONFIANZA. La confianza facilita todo, posibilita el entendimiento, el respeto y el consenso. La confianza es la puerta de acceso al trabajo en equipo que provoca sinergia (que los resultados sean mayores que las sumas de las partes). Como lo dice Stephen Covey en su libro “Factor Confianza”, está comprobado que la existencia de confianza aumenta la rapidez en el accionar y disminuye los costos, es decir eficientiza el desempeño organizacional. Por ejemplo: cuando confiamos en el otro ya no hace falta cumplir ciertos protocolos o realizar algunas verificaciones que en otro caso serían necesarias, ni tampoco capacitarlo sobre un tema particular sobre el que ya tenemos certeza que realiza.
En la capacidad de generar confianza no sólo está la llave para desarrollar relaciones efectivas, también se encuentra el secreto para construir una “marca personal” que sea la piedra fundamental para constituirnos en una influencia positiva, en un modelo, en un líder de la organización, aún cuando no tengamos el puesto formal que lo avale.
¿Cómo desarrollar la confianza? Para desarrollar la confianza y potenciar nuestras relaciones es necesario tener en cuenta los 4 (cuatro) pilares sobre los que se sostiene la confianza y trabajar para alinear nuestros comportamientos y nuestras conversaciones a ellos:
INTEGRIDAD (coherencia entre ser y hacer): para ser íntegros tenemos que ser sinceros y cumplir con lo que decimos. Por otra parte implica el cumplimiento de las normas y la defensa de lo “correcto” por encima del beneficio personal de “tener la razón”. Implica tener el valor para hacer lo correcto, aunque sea difícil.
COMPETENCIA (ser una oferta, por las habilidades y competencias): las personas capaces inspiran confianza. La capacidad para generar resultados se fundamenta en los talentos naturales, la actitud o el compromiso hacia la tarea, las habilidades para desarrollar una tarea y el conocimiento o especialización en un ámbito.
CREDIBILIDAD (cumplimiento de promesas en el pasado): las personas que obtienen resultados son dignas de confianza. En este aspecto influye en la confianza qué resultados estoy obteniendo y cómo lo estoy haciendo, por ejemplo: ¿estoy obteniendo resultados sacrificando el futuro?.
PROPOSITOS (las intenciones, los valores que lo mueven): ¿para qué hace lo que hace? ¿Qué lo motiva? ¿se preocupa por el equipo o sólo por los resultados? Las respuestas a estas preguntas influye en el nivel de confianza que genera en quienes se relacionan con Ud. Que sus prioridades sean transparentes y no estén ocultas, que sus intenciones sean claras y que su accionar demuestre una sincera preocupación por el bienestar del equipo facilita el desarrollo de confianza.
Para inspirar confianza, ser una influencia positiva y mejorar la efectividad de nuestras relaciones es necesario trabajar sobre los 4 pilares. No basta que obtengamos resultados, si nuestra integridad está en juego, o si nuestros propósitos no son claros. Aún con resultados, las conversaciones de los otros sobre nuestra imagen serán tóxicas y estarán comprometidos nuestros resultados futuros.
Por otra parte es necesario trabajar sobre los 4 pilares en todas nuestras relaciones. Esto es porque muchas veces podemos cuidar estos pilares en nuestra relación con nuestros Clientes pero no lo hacemos con nuestros Proveedores o Colaboradores. Somos confiables para uno, pero no para otros, y esto recuerde no sólo implica que nos podemos “quedar sin combustible” en algunas de nuestras relaciones en algún momento (con el costo que implica generar una nueva relación o reparar una dañada), sino también que estamos sacrificando efectividad y eso implica mayores costos y menor rentabilidad.